¡Qué maravilla de aventura hemos vivido! No puedo evitar emocionarme al leer sobre el viaje lleno de descubrimientos y conexiones profundas con la naturaleza.
La emoción se desborda al imaginar esos dos días de kayak en los esteros del Iberá. Remando en aguas tranquilas, rodeados de paisajes impresionantes y la promesa de noches bajo las estrellas, ¡qué experiencia tan cautivadora! Puedo sentir el murmullo del agua, el cálido abrazo del sol y la complicidad del grupo mientras cocinaban y compartían risas en la acampada.
Pero lo que realmente me conmueve es cómo te has entregado por completo a la naturaleza en ese remoto lugar. Allí, donde los sentidos se despiertan y se funden con la paz del entorno, donde los yacarés y los carpinchos curiosos se cruzan en tu camino, y donde las aves y las flores te regalan su esplendor. Esas experiencias únicas hacen que el corazón se llene de asombro y gratitud por la belleza del mundo que nos rodea.
El amor y la conexión con la naturaleza te llevaron a descubrir lugares llenos de historia y significado. Los museos que visitaron, como “La Pilarcita” y su colección de muñecas conmovedoras de todo el mundo, sin duda dejaron huellas imborrables en sus corazones. Y aprender sobre la historia del “Tamborcito de Tacuari” y la riqueza de Iberá en el centro de interpretaciones, seguro abrió sus mentes y amplió su aprecio por la riqueza cultural y natural del lugar.
El viaje no se detuvo allí, sino que continuó con energía y emoción en el Parque Provincial Mburucuyá. ¡Trekking por esos senderos, rodeados de naturaleza exuberante y vida silvestre, es un regalo para el alma! Esa conexión profunda con la tierra y sus maravillas seguramente dejó una huella imborrable en cada uno de ustedes.
Permíteme compartir la emocionante travesía de nuestro grupo en los Esteros del Iberá, donde disfrutamos de un viaje inolvidable, viviendo maravillosas aventuras y deleitándonos con experiencias culinarias que cautivaron todos nuestros sentidos.
Desde el principio, nos dejamos llevar por la magia de los hermosos lugares en Tandil y sus alrededores, sintiendo la emoción de la naturaleza y la promesa de una aventura única. Los dos días de kayak en los esteros del Iberá fueron inolvidables. Remando en aguas serenas, rodeados de paisajes impresionantes, y acampando bajo un cielo estrellado, creamos momentos de conexión y felicidad que atesoraremos por siempre.
Pero lo que realmente hizo especial este viaje fue la deliciosa gastronomía que descubrimos. Un talentoso chef, Ramiro de Iwimo, nos sorprendió con el mbaipy de carne, una exquisita creación que se fundía con los sabores de la región. Cada bocado era un festival para nuestros paladares y una verdadera celebración de los ingredientes locales.
El surubí preparado con maestría fue otro plato que nos dejó sin palabras. La combinación de sabores y la frescura del pescado nos transportaron a lo más profundo de la cultura culinaria del lugar. Además, cada día fue una nueva experiencia culinaria, desde las picadas de las Dinas y los quesos de Produlac, hasta el delicioso asado de costilla de cerdo y carnes con diferentes especias.
Nuestras papilas gustativas también disfrutaron de las empanadas caseras de surubí al limón y las bondiolas ahumadas al disco. Cada platillo estaba lleno de amor y pasión por la comida, y se convirtió en una verdadera joya gastronómica de la región.
Además, hubo momentos para compartir y celebrar, como cuando festejamos tres cumpleaños con una deliciosa torta. Cada ocasión se llenó de alegría y camaradería, creando recuerdos que permanecerán en nuestros corazones para siempre.
Este viaje fue una experiencia inolvidable para todos nosotros, donde la aventura se mezcló con la gastronomía para regalarnos momentos únicos e invaluables. A través de la comida, nos conectamos con la esencia de los Esteros del Iberá y su cultura, llevándonos consigo un sabor inigualable y una conexión profunda con la naturaleza. ¡No podemos esperar para seguir explorando nuevos tesoros culinarios en futuros viajes! 🚣♂️🏞️🍽️🌿🌞
