Nuestra aventura en
Misiones Alternativo II
"La naturaleza es perfecta, pero además de perfecta es maravillosa"
Maravillas de Misiones: Una Aventura en la Selva

Bitácora de Aventura

En las profundidades de la selva de Misiones, donde la exuberante vegetación se entrelaza en un abrazo inquebrantable, la magia de la aventura aguardaba a un grupo de valientes exploradores: iwimo Outdoor y sus 20 intrépidos aventureros. Nuestro propósito era claro, ir más allá de los circuitos tradicionales y sumergirnos en la esencia misma de la selva, descubriendo su majestuosidad oculta y los secretos bien guardados.

Desde el primer día, nos sumergimos en una sinfonía natural que nos acogió con susurrantes melodías y aromas embriagadores. Las cataratas del Iguazú fueron el primer destello de grandeza que nos recibió, como si la tierra misma exhalara un aliento místico sobre nosotros. La fuerza y la magnificencia de esas aguas nos empaparon de energía, despertando la emoción por lo que aún estaba por venir.

Siguiendo el llamado de la selva, nos aventuramos hacia la Garganta del Diablo, un rincón sagrado donde el agua rugía con una pasión desenfrenada. Estábamos parados ante la fuerza imparable de la naturaleza, sintiendo cómo nuestras almas se conectaban con la esencia misma del mundo salvaje.

El viaje nos llevó a las Ruinas de San Ignacio, donde el tiempo parecía detenerse. Entre las piedras milenarias, nos sentimos viajeros del tiempo, observando una historia que se desplegaba ante nuestros ojos con cada reliquia antigua que descubríamos.

Pero no solo visitamos lugares históricos, también vivimos las páginas de la literatura en la Casa de Horacio Quiroga, donde su legado literario cobraba vida. Sus cuentos se mezclaban con los susurros de la selva, creando un ambiente mágico que nos transportaba a mundos de fantasía y realidad.

Nuestra pasión por lo desconocido nos llevó a explorar lugares poco visitados, y así llegamos al Peñón del Teyú. Una colina rocosa que parecía elevarnos hacia el cielo, ofreciéndonos vistas panorámicas de la vasta selva que se extendía hasta donde alcanzaba la mirada. Allí, en ese rincón apartado, sentimos la libertad de la aventura palpitar en cada latido de nuestro corazón.

La Cruz de Santa Ana nos deslumbró con su belleza etérea, un lugar donde el espíritu de la selva y la espiritualidad se entrelazaban en una danza cósmica. Y el Salto Encantado nos regaló una cascada de ensueño, como si la naturaleza misma hubiera pintado una obra maestra con sus aguas cristalinas.

Las Minas de Wanda nos sumergieron en un mundo subterráneo, donde las maravillas geológicas nos asombraron con sus cristales deslumbrantes. Fue como caminar en un tesoro escondido, sabiendo que solo unos pocos aventureros se atrevían a desvelar sus secretos.

Nuestros días se llenaron de caminatas y senderos en cada rincón de la provincia, dejando nuestras huellas en la tierra mientras la selva nos acogía con gratitud. Nos sentimos parte de ella, y ella se hizo parte de nosotros, una simbiosis perfecta entre naturaleza y espíritu aventurero.

Las noches en las cabañas fueron un respiro acogedor después de días llenos de asombro y descubrimientos. Wanda, Federación, Chajarí y San Ignacio nos recibieron como viajeros perdidos en un paraíso tropical, regalándonos momentos de paz y camaradería.

Así, cada paso que dimos, cada lugar que exploramos y cada emoción que sentimos, nos recordó por qué amamos la aventura. iwimo Outdoor y sus audaces exploradores escribieron un capítulo inolvidable en la historia de la selva de Misiones, un legado de amor por lo auténtico y lo desconocido. Y en lo más profundo de nuestros corazones, sabíamos que esta aventura solo era el comienzo de un viaje sin fin hacia lo sorprendente y lo mágico que la naturaleza tiene para ofrecer.

La gastronomía

En las profundidades de la exuberante selva de Misiones, emprendimos una travesía inolvidable con iwimo Outdoor y su intrépido equipo de 20 exploradores. Nuestro propósito iba más allá de lo tradicional, y mientras descubríamos la majestuosidad oculta de las cataratas y lugares poco explorados, nuestros paladares también se maravillaron con delicias culinarias que quedaron grabadas en nuestro recuerdo.

Desde el inicio del viaje, los sabores auténticos de Misiones nos cautivaron. Sabalos de ríos, recién capturados y preparados con maestría, fueron una deliciosa bienvenida a nuestra travesía. Estos pescados fluviales, cocinados con sabiduría local, nos brindaron una experiencia gastronómica única y auténtica.

Más adelante, las empanadas de surubí se convirtieron en la estrella de nuestros almuerzos. Rellenas con esta especie de pescado de carne suculenta y sazonadas con esmero, cada bocado fue un placer para el paladar, una combinación de tradición e innovación que nos dejó con ganas de más.

En cada paso del camino, nos encontramos con comidas típicas que nos sumergieron en la cultura local. Pollos a la provenzal, a la parrilla y jugosos como nunca antes los habíamos probado, deleitaron nuestros sentidos y nos brindaron una muestra auténtica de la rica gastronomía regional.

Pero no todo fueron platos salados, ya que los budines variados de diferentes sabores endulzaron nuestras jornadas. Desde clásicos hasta creaciones exóticas, estos postres fueron un verdadero festín para nuestro paladar, un homenaje a la diversidad de sabores que la selva tenía para ofrecer.

Los desayunos en San Ignacio fueron verdaderamente majestuosos. Cada mañana nos recibían con una variedad impresionante de manjares, desde frutas tropicales hasta panes y dulces caseros, todo preparado con amor y esmero. Cada bocado fue una celebración de la nueva jornada que nos esperaba.

Sumergiéndonos aún más en la cultura local, nos deleitamos con feijoadas, un platillo típico que nos transportó a las tradiciones culinarias brasileñas, fusionando sabores y aromas en una explosión de delicias.

Las ensaladas de verduras frescas, mezcladas con típicas frutas de la región, nos ofrecieron un festín saludable y colorido. Fue como si la selva misma se manifestara en cada bocado, recordándonos la riqueza y abundancia de su entorno.

Y así, cada comida se convirtió en un banquete épico, una experiencia gastronómica que se entrelazaba con nuestras aventuras en la selva de Misiones. A medida que explorábamos paisajes asombrosos y descubríamos secretos ocultos, también nos sumergíamos en la riqueza culinaria de esta tierra mágica.

En cada plato, en cada sabor, experimentamos la autenticidad de Misiones y nos unimos más profundamente a esta tierra encantada. La combinación perfecta de aventura y gastronomía creó una experiencia única, dejando un legado de recuerdos inolvidables y un deseo ferviente de volver a probar la abundancia de sabores que solo la selva de Misiones puede ofrecer.

¿Que te pareció la salida?

{{ reviewsTotal }}{{ options.labels.singularReviewCountLabel }}
{{ reviewsTotal }}{{ options.labels.pluralReviewCountLabel }}
{{ options.labels.newReviewButton }}
{{ userData.canReview.message }}

Tenés una anécdota, relato o vivencia de la aventura....

¿Te gustó esta aventura?

¡Elegí la tuya y sumate a este grupo de locos!

Contale tu anécdota al Curupí que pronto la publicaremos....

abrir chat
1
Scan the code
Hola 👋
cómo te ayudamos?