Revive la increíble travesía en kayak por el Arroyo Pescado Castigado en busca de la imponente cascada Artia! Nuestro equipo se embarcó en una aventura llena de emoción y amistad.
Desde el primer momento, nos adentramos en las aguas desafiantes del arroyo, deslizándonos con destreza y determinación. Con cada remada, sentíamos la adrenalina recorrer nuestras venas y la emoción de enfrentar los obstáculos que se presentaban.
Al avistar la magnífica cascada de Artia, un salto de 4 metros que parecía desafiar las leyes de la gravedad, supimos que habíamos alcanzado nuestro destino. Con cuidado, descendimos por una empinada barranca para disfrutar de un refrescante chapuzón en las aguas cristalinas. El torrente de agua nos llenaba de energía y nos recordaba lo vivos que estábamos.
Después de esta emocionante parada, continuamos nuestro viaje, remando hacia el Río Quequen Grande. En medio de la naturaleza salvaje, encontramos el lugar perfecto para disfrutar de un almuerzo campero, preparado con amor y sabor casero. Nos reunimos alrededor de una fogata improvisada, compartiendo risas y anécdotas, sintiéndonos unidos por la aventura.
Con las fuerzas renovadas, retomamos nuestra travesía por la tarde. El paisaje nos cautivó a medida que avanzábamos, observando una diversidad de aves majestuosas y la presencia curiosa de carpinchos a lo largo del río. Era como adentrarnos en un mundo mágico donde la naturaleza nos recibía con los brazos abiertos.
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, marcando el final de nuestro día de exploración. Pero antes de llegar al punto de partida, nos esperaba una grata sorpresa. Nuestra logística de viaje nos recibió con una reconfortante merienda, sirviendo mates calentitos que nos reconfortaron el alma y nos hicieron sentir en casa.
La travesía en kayak por el Arroyo Pescado Castigado en busca de la cascada Artia fue una experiencia llena de emociones, risas y camaradería. Aunque haya quedado en el pasado, los recuerdos y las vivencias perdurarán en nuestros corazones. Fue un viaje que nos desafió, nos inspiró y nos permitió conectar con la naturaleza en su estado más puro.
Durante nuestra épica travesía en kayak por el Arroyo Pescado Castigado en busca de la cascada Artia, disfrutamos de un almuerzo al estilo campero Iwimonero que despertó nuestros sentidos y deleitó nuestros paladares! Nos deleitamos con empanadas fritas de cerdo rellenas de ciruela negra, un contraste perfecto entre lo salado y lo dulce. Además, saboreamos una exquisita carne contada a cullicho, jugosa y tierna, acompañada con generosas porciones de queso parmesano que derretían en nuestra boca. Cada bocado era una explosión de sabores que nos recordaba la autenticidad de la cocina tradicional.
Después de una tarde de remo y exploración, llegó el momento de la recompensa: una deliciosa merienda que nos esperaba con los brazos abiertos. mientras nos vestíamos y acomodábamos alrededor en una mesa había budines diversos sabores, cada uno más tentador que el anterior. Disfrutamos de su textura esponjosa y sus sabores únicos, desde el clásico budín de vainilla hasta los audaces budines de chocolate y frutos rojos. Y para completar esta festín dulce, nos regalamos el placer de degustar la tradicional pastaflora, con su suave masa y su dulce relleno de membrillo.
Cada bocado de esta exquisita comida, ya sea durante el almuerzo campero o en la rica merienda, nos brindó la energía necesaria para seguir remando y disfrutando de esta travesía inolvidable. La combinación de sabores y la atención a los detalles culinarios hicieron de este viaje una experiencia gastronómica única.
La travesía en kayak por el Arroyo Pescado Castigado nos permitió deleitarnos con un almuerzo lleno de autenticidad y una merienda que satisfizo nuestros antojos más dulces. Fue una experiencia en la que la aventura y el placer culinario se unieron para crear recuerdos inolvidables.