¡Hola amig@!
¡Qué aventura increíble tuvimos! Desde Tandil, nos dirigimos a Cura Malal para vivir una experiencia inolvidable. ¿Te cuento? Nos unimos a un grupo de Couching y, créeme, no pudimos haber encontrado un grupo más unido y agradable.
Comenzamos con un emocionante trekking por el Abra Encantada, disfrutando de un día lleno de sol y paisajes impresionantes. ¡La naturaleza nos regaló su mejor versión! Luego, coronamos el Cerro El Libertador, una sensación indescriptible y una vista espectacular desde la cumbre.
Por supuesto, entre tanto esfuerzo y risas, tuvimos una pausa para una deliciosa merienda. ¡Qué ricas estaban esas comidas compartidas! Después de recargar energías, nos permitimos un merecido descanso antes de la cena.
La cena fue otro momento para disfrutar, y algunos de nosotros incluso decidimos quedarnos bailando bajo las estrellas. ¡Fue una noche genial!
Al día siguiente, comenzamos el día con un desayuno exquisito, preparándonos para otra aventura: la visita a la Cueva de los Espíritus. Allí encontramos fascinantes pinturas rupestres dejadas por los antiguos aborígenes. Fue una experiencia llena de historia y misticismo.
Durante nuestra caminata, también nos aventuramos en la espeleología y encontramos arcilla colorada, que los antiguos aborígenes utilizaban para pintar las paredes y crear manualidades. ¡Qué talentosos eran!
Por último, antes de despedirnos de este paraíso natural, regresamos haciendo trekking y nos deleitamos con un merecido almuerzo al pie de un arroyo. No hay nada como estar en contacto con la naturaleza para sentirse revitalizado y agradecido.
¡Definitivamente, este viaje será uno de esos recuerdos que atesoraremos para siempre! ¡Espero que podamos repetirlo pronto y vivir más aventuras juntos! ¿Te animas?
¡Por supuesto! Cómo podría olvidar las deliciosas comidas que disfrutamos durante nuestra aventura en Cura Malal. ¡La comida también fue una parte destacada de nuestro viaje!
Después de nuestro trekking matutino por el Abra Encantada, nos deleitamos con una merienda espectacular. Saboreamos unas pastafloras que simplemente se deshacían en la boca, y también probamos una deliciosa tarta de coco que era para chuparse los dedos.
La cena de esa noche fue todo un festín. Nos reunimos alrededor del fuego y disfrutamos de un exquisito asado de costillar de cerdo con barbacoa, que estaba tierno y lleno de sabor. Además, degustamos una tapa de asado con diferentes especias que nos dejó a todos maravillados. ¡Una verdadera delicia para los amantes de la carne!
Al día siguiente, comenzamos la jornada con un desayuno casero y autóctono. Probamos diferentes mermeladas hechas artesanalmente del lugar, y las combinamos con pan costado, que era esponjoso y perfecto para disfrutar con las mermeladas.
Y para cerrar nuestra experiencia culinaria, en el almuerzo preparamos unas empanadas realmente especiales. Algunas de cordero con ciruela, una combinación única y deliciosa, y otras de carne cortada a cuchillo con parmesano, que simplemente se derretían en la boca.
Cada comida fue una verdadera muestra de los sabores de la región y nos permitió disfrutar aún más de la compañía y las maravillas naturales que nos rodeaban. ¡No solo alimentamos nuestros cuerpos, sino también nuestras almas!
Sin duda, este viaje fue una experiencia completa, llena de emocionantes aventuras y delicias culinarias que recordaremos con una sonrisa en el rostro. ¡Espero que volvamos a hacerlo pronto y sigamos explorando nuevos sabores y lugares juntos!